Beirut

Beirut es posiblemente la ciudad de Oriente Medio más occidentalizada y liberal que existe, comparable únicamente a Tehran en Israel. Obviamente, todo con sus matices, pues en Beirut cada barrio tiene su propia subcultura y podemos encontrar desde entornos hipster como Hamra o Gemmazyeh hasta zonas con importante influencia de Hezbollah, de un corte fuertemente islámico, pasando por todo tipo de distritos modernos e interesantes que podrían parecerse a algunas de nuestras ciudades en Europa.

Beirut no es quizás el lugar para encontrar la esencia tradicional de Oriente Medio, pero es sin duda una ciudad muy interesante, divertida, llena de vida y de oportunidades para pasarlo bien, y una clara muestra de lo que ocurrirá en muchas otras ciudades en la región a medida que Occidente vaya aterrizando en sus calles. Para lo bueno y para lo malo, pues no hay nada perfecto.

Como buena ciudad moderna, Beirut tiene estos contrastes particulares, pudiendo encuadrar en iglesias y mezquitas en una misma fotografía, así como multitud de mezclas de vestimentas tradicionales y modernas por sus calles.

Beirut sufrió muy duramente la eterna Guerra Civil que tuvo lugar en el Líbano del 1975 al 1990 aproximadamente, y es justo ahora que el fantasma de esta guerra está empezando a desaparecer, con buena parte de los edificios renovados y con los agujeros de las balas desapareciendo poco a poco de la escena cotidiana. Sin embargo, quedan obviamente cicatrices de todo tipo del reciente conflicto y existen aún una buena cantidad de edificios abandonados destrozados por las bombas, con el icónico esqueleto del Old Holiday Inn como referencia, habiendo sido el mayor hotel de la ciudad antes de la guerra.

Por último, la cercanía al mar, el buen clima y la buena comida le dan a Beirut este toque Mediterráneo, esta frescura y aire relajado que solo unas pocas ciudades pueden llegar a poseer.